Tras una pausa en la que hemos comido mucho brócoli, bailado unas cuantas verbenas y cogido resuello, vuelve nuestro festival libre de prejuicios edadistas y de cualquier índole. Tras una primera edición más indie y una segunda plagada de exotismo, en esta ocasión ponemos el punto de mira en el ruido -¿quién ha dicho ruido?- de las guitarras.

Gran Líder hacen canciones melódicas con tensión y cantan al amor, a la vida, a la muerte y a lo que ven por la calle, que últimamente está muy malita y necesita medicación. Por su parte, Disciplina Atlántico vuelve a la actividad en formato trío, desplegando un electrizante discurso que recoge influjos del noise rock y que mira a los ojos de la realidad.

Y la realidad es que aunque algo irreverentes somos, no es nuestra intención la de provocar acúfenos prematuros en los oídos de nuestras impúberes criaturas. Por ello, el volumen de sala estará adaptado y tanto Disciplina Atlántico como Gran Líder están disuadidos de subirse el ampli, como suele ser habitual. No obstante, recordamos que, aunque las primeras filas están reservadas a los más peques, la zona trasera de Moby Dick tiene una visibilidad buena y el impacto sonoro muy reducido. Igualmente, quien lo considere puede traer cascos de obra de casa.

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